La aparición de forúnculos puede estar relacionada con diversas causas, desde infecciones bacterianas hasta factores como el estrés o el sistema inmunológico debilitado. En este artículo te contamos más detalles sobre este tema.
Son infecciones bacterianas de la piel que comienzan en un folículo piloso o una glándula sebácea. Se caracterizan por la aparición de un bulto rojo, doloroso y lleno de pus.
Las bacterias que causan los forúnculos suelen ser Staphylococcus aureus, que se encuentra normalmente en la piel y en la nariz, las cuales entran en el folículo piloso o la glándula sebácea a través de una abertura, como un poro o un corte. Se desarrollan en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en las áreas donde hay pelo y roce, como la cara, el cuello, las axilas, las nalgas y los muslos.
Los forúnculos suelen comenzar como una pequeña protuberancia roja y sensible. A medida que la infección progresa, el bulto se vuelve más grande. Sus signos son:
Un bulto rojo, doloroso y lleno de pus, sustancia espesa y blanca o amarilla que contiene bacterias muertas y tejido.
Inflamación, enrojecimiento y sensibilidad en la piel circundante.
En algunos casos, fiebre o signos de propagación de la infección.
Pueden aparecer por bacterias que infectan un folículo piloso, pero también, influyen factores como la mala higiene, el roce constante de la ropa ajustada, o problemas de salud como la diabetes, pueden aumentar el riesgo de su desarrollo.
Si experimentas forúnculos frecuentes, si son especialmente grandes o dolorosos o si presentas fiebre o signos de propagación de la infección, es fundamental buscar atención médica, ya que el tratamiento dependerá de la gravedad de la infección. En la mayoría de los casos, se curan por sí solos en unas pocas semanas.
Si el bulto es grande o doloroso, o si no mejora después de unas semanas, es posible que necesites un tratamiento con antibióticos para combatir la infección. En algunos casos, el médico puede drenar el forúnculo quirúrgicamente. Esto se realiza sólo en casos donde el forúnculo es muy grande o si no responde a los antibióticos.
Algunas recomendaciones para ayudar al tratamiento en tu casa son:
Aplicar compresas tibias durante 10 a 15 minutos, varias veces al día. Esto ayudará a ablandar el pus y favorecer su drenaje.
Lavar las manos con frecuencia para evitar la propagación de la infección.
Evitar tocar el forúnculo con las manos sucias.
Tener una buena higiene personal. Lávate las manos con frecuencia y dúchate todos los días.
Evitar el roce constante de la ropa ajustada.
Mantener tu piel hidratada y limpia.
No compartir toallas o artículos personales.
Controlar los problemas de salud subyacentes. Si tienes diabetes, es importante que controles tus niveles de azúcar en sangre.