En redes sociales, en la oficina, en el gimnasio… probablemente ya has escuchado hablar de Ozempic® como “la inyección para adelgazar”. Pero ¿qué es este medicamento? ¿Sirve para bajar de peso? ¿Quiénes pueden usarlo? En este artículo respondemos estas preguntas y otras sobre este tema.
Ozempic® es el nombre comercial de un fármaco llamado semaglutida, creado originalmente para tratar la diabetes tipo 2. Este medicamento (semaglutida) también se utiliza en personas con obesidad, sobrepeso con enfermedades asociadas, e incluso en casos de hígado graso metabólico, apnea del sueño o riesgo cardiovascular elevado.
La semaglutida es un principio activo perteneciente a una familia de medicamentos conocidos como agonistas del receptor de GLP-1. Y ¿qué es el GLP-1? Es una proteína que se libera de forma natural en el intestino cada vez que comemos. Su función principal es ayudar a regular el apetito, además de cumplir otros roles importantes en el cuerpo, como estimular la secreción de insulina o proteger el sistema cardiovascular.
En palabras simples, este medicamento “copia” un mecanismo natural involucrado en la regulación del apetito, y te ayuda a sentirte más satisfecho, a comer porciones más pequeñas y a tener menos hambre. Es importante saber que las personas con obesidad tienden a liberar menos GLP-1 de forma natural, por lo que este tipo de medicamentos puede ayudarlos a compensar esa diferencia y apoyar una pérdida de peso más efectiva.
La semaglutida se comercializa en el mundo en 2 presentaciones: en dosis bajas, con el nombre de Ozempic®, para tratar la diabetes, y en dosis más altas, como Wegovy, para personas con sobrepeso u obesidad. Aunque ambas contienen el mismo componente, se usan con objetivos distintos y con indicaciones específicas. Este último, aún no está disponible en Chile.
En nuestro país, además de Ozempic®, existen otras alternativas de la misma familia de medicamentos. Entre ellos se encuentran liraglutida (Victoza® y Saxenda®), dulaglutida (Trulicity®) y la semaglutida oral (Rybelsus®). Todos actúan de forma similar, pero se diferencian en la vía de administración, la potencia, la frecuencia de uso y otras características técnicas.
Es importante entender que la obesidad es una enfermedad crónica, y como tal, su tratamiento debe ser de largo plazo, al igual que ocurre con condiciones como la hipertensión o la diabetes. Por estas razones, el uso de Ozempic debe ser siempre indicado y supervisado por un especialista.
Además, es importante considerar que todos los medicamentos tienen potenciales efectos adversos, en el caso de este tipo fármacos pueden ser gastrointestinales de todo tipo, como náuseas, estitiquez, diarrea, distensión abdominal, reflujo, y en casos muy poco comunes se presenta un leve aumento de pancreatitis aguda (información que está en discusión actualmente).
En cuanto a las precauciones de uso, se debe tener presente que en personas con antecedentes de cáncer medular de tiroides (un tipo muy infrecuente de cáncer de tiroides), no debe usarse y quienes tienen cálculos a la vesícula tampoco. Debe evaluarse su uso en pacientes con antecedentes de pancreatitis aguda.
Si estás pensando en este medicamento como una opción para bajar de peso, lo más importante es no automedicarte. Cada persona tiene una historia clínica única y es clave evaluar riesgos, beneficios y alternativas junto a un profesional de la salud. ¿Quieres saber si este tratamiento es para ti? Reserva una hora con nuestros especialistas y recibe una indicación segura y personalizada.