Artículo realizado en colaboración con la doctora María José Undurraga.
Tu salud es lo más importante, y hay exámenes que son clave para encontrar enfermedades a tiempo, antes de que se conviertan en algo mayor.
A continuación, te explicaremos 3 exámenes fundamentales: la mamografía, el Papanicolau y, si tienes más de 65 años, la densitometría ósea. Todos son rápidos, efectivos y pueden salvarte la vida.
Sabemos que el cáncer de mama es un tema delicado, pero lo cierto es que la detección temprana es fundamental. La mamografía es un examen sencillo y rápido que estudia las mamas a través de rayos X, ayudando a detectar tumores pequeños o cualquier anomalía. Aunque el procedimiento puede ser incómodo por unos segundos, no toma más de 10 minutos.
Lo ideal es que te hagas una mamografía anualmente a partir de los 40 años. Si tienes antecedentes de cáncer de mama en tu familia, lo recomendable es comenzar 10 años antes de la edad en la que tu familiar afectado fue diagnosticado. Si te encuentras en un grupo de riesgo más alto, tu médico podría sugerir empezar antes.
El Papanicolau es otro examen fundamental que no puedes dejar de hacerte. Este examen ayuda a detectar cualquier cambio en el cuello uterino que podría, en algunos casos, convertirse en cáncer. Se realiza a través de un raspado suave en el cuello uterino, y los resultados generalmente están listos en unos días.
Deberías realizarte el Papanicolau cada año a partir de los 25 años, en algunas pacientes el especialista lo recomienda desde los 21 años.
Además, desde los 30 años se recomienda realizarlo en conjunto con un examen que indica si eres portadora del virus papiloma. Si tienes la infección, puede que tu ginecólogo te recomiende realizar exámenes complementarios o repetir tu Papanicolau con mayor frecuencia. De esta forma, si se desarrolla alguna lesión de riesgo, la encontrarán lo antes posible. Por otra parte, si tanto tu Papanicolau como el examen del virus papiloma están normales, puedes repetirlos cada 3 a 5 años, según la recomendación de tu médico.
A medida que envejecemos, el riesgo de sufrir osteoporosis aumenta, especialmente después de la menopausia. Esta enfermedad afecta la densidad de los huesos, haciéndolos más frágiles y vulnerables a fracturas. La densitometría ósea es un examen simple y rápido que mide la densidad de tus huesos, ayudando a detectar la osteoporosis y sus etapas previas (osteopenia) antes de que sea un problema grave.
Este examen es particularmente importante para las mujeres mayores de 65 años, ya que la osteoporosis afecta principalmente a mujeres postmenopáusicas. Este examen que no duele y es muy breve, es clave para prevenir fracturas que puedan comprometer tu calidad de vida. Si tienes antecedentes familiares de osteoporosis o si ya has tenido fracturas, tu médico podría recomendarte hacerlo antes de los 65 años.
Aunque a veces es fácil postergar una cita médica o no darle la importancia que realmente tiene, estos exámenes son una de las mejores formas de cuidar tu salud. La detección temprana es clave para muchas enfermedades, y estos chequeos te ayudan a estar un paso adelante. No esperes a tener síntomas, ¡cuídate ahora para proteger tu salud a futuro!
Recuerda, la prevención está en tus manos. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Tu salud merece toda tu atención.