Las vacaciones son, muchas veces, el momento del año más esperado por los niños. Para ellos, estos meses son días de tiempo libre, de dormir más, jugar con amigos y realizar actividades nuevas o que no realizan durante los meses escolares. Sin embargo, mantener rutinas es fundamental para su bienestar físico y emocional.
“A veces se entiende o se malentiende que la rutina es algo asociado solamente a cuando un niño tiene una actividad muy estructurada y concreta como ir al colegio o las clases y, la verdad, en vacaciones lo que permite la rutina es lograr cierto orden”, comenta la psicóloga Mireya Sepúlveda.
De esta forma, mantener ciertos hábitos permiten lograr un entorno ordenado que favorece la regulación emocional. Al crecer en un ambiente organizado, tus hijos se sienten más seguros, confiados y perciben que su entorno es estable y responde a sus necesidades.
No importa si las vacaciones son en casa o en otro lugar, lo fundamental es que los niños disfruten mientras adquieren experiencias positivas. Aunque muchas veces se considera que para lograr esto se necesitan grandes planes, la psicóloga explica.
“A veces pensamos que eso pasa por hacer grandes panoramas y no debe ser así, ya que los niños son creativos y el aburrimiento puede transformarse en algo positivo porque incentiva el ingenio y la creatividad”.
Para poner en práctica lo anterior, debes considerar dentro de las actividades, algunas donde apliquen sus habilidades creativas, cognitivas y lúdicas de forma libre y ojalá lo más espontánea posible.
Algunas ideas que puedes poner en práctica son:
Jugar con materiales reciclados, para que puedan manipular y cambiar de forma diferentes elementos.
Pintar con diversos materiales.
Animarlos a dibujar lo que ven en su entorno.
Jugar en lugares abiertos de manera libre.
Juegos de roles o de mesa.
Leer, ya que los relaja e invita a imaginar y fantasear.
Te recomendamos que el momento de acostarse sea más flexible en cuanto al horario, ya que en verano oscurece más tarde y al día siguiente no tienen que levantarse temprano, pero sí es importante que reciban el descanso que necesitan.
“Muchas veces duermen mal o se puede observar, niños pequeños que se pasan de revoluciones y después les cuesta mucho dormir tranquilos, entonces podemos ser más flexibles, pero dentro de cierto margen saludable, ya que de lo contrario se verá afectada su capacidad de descansar. Eso es muy importante porque permite que al día siguiente esté con buen ánimo, con ganas de jugar, comer y de vincularse. Mientras que un niño que ha dormido mal, que no ha tenido un sueño reparador, está más irritable”, explica Mireya Sepúlveda.
Por lo anterior, es importante que los niños no se acuesten “sobre cansados”, ya que al contrario de lo que se piensa, no van a dormir mejor. También debes prestar atención con las horas en que se produce el descanso, el sueño y la alimentación.
“Como está oscureciendo más tarde, a los niños les cuesta mucho decidir por sí mismos que se quieren acostar, por lo tanto, tenemos que ir anticipando eso y poner una hora adecuada para ellos”, afirma la psicóloga.
Cuando los padres trabajan desde casa, las rutinas puede ser una gran herramienta para organizar el día a día. Ya que los niños pequeños, pueden no comprender que mamá o papá están ocupados.
“Para los niños es tentador tener a sus papás en la casa y para ellos va a ser más difícil adaptarse, por lo que, la recomendación es darse el tiempo para vincularse a través del juego y actividades de ese tipo. Se sugiere que puedan realizar juntos actividades de la rutina como el desayuno, almuerzo, once y comida, además de realizar juegos o acciones que los mismos niños escojan”, comenta la psicóloga.
Como te hemos explicado, las rutinas no limitan la diversión en vacaciones, sino que potencian la creatividad y el descanso, entregando a los niños un entorno seguro y estimulante. Si tienes dudas o deseas más información sobre cómo implementarlas en tus hijos, te invitamos a reservar una hora con uno de nuestros psicólogos por Telemedicina.