Procedimientos

La determinación de los volúmenes y capacidades pulmonares complementa y amplía la información que se obtiene con una espirometría, ya que permite medir el volumen total de aire dentro del tórax y no sólo el gas exhalado.

Este examen es útil en la evaluación y seguimiento de pacientes con enfermedades restrictivas pulmonares -fibrosis pulmonares, enfermedades neuromusculares y deformidades del fuelle torácico, entre otras- y en sujetos con enfermedades pulmonares obstructivas -enfisema pulmonar y bulas pulmonares, entre otros-.

Al realizar este procedimiento, el paciente debe respirar una mezcla de diversos gases, los que incluyen una concentración conocida de helio. Al diluirse este gas en los pulmones se puede calcular matemáticamente el volumen de gas torácico, tanto el que se moviliza y que es medido por la espirometría, como el que queda retenido en los pulmones después de una espiración máxima (volumen residual).

El examen es breve y suele durar unos 30 minutos.

El test cutáneo de alergia por punctura o "prick test" es una técnica en la que se deposita en la piel una serie de gotas que contienen alergenos aéreos comunes -substancias que inhaladas pueden provocar una reacción alérgica-.

En el lugar donde se coloca el alergeno y por medio de un pequeño raspado, se produce el contacto con las células inmunológicas del individuo.

Después de un tiempo y dependiendo de la intensidad de la reacción cutánea loca,l se puede definir si existe alergia a una sustancia determinada.

El test dura entre 40 y 60 minutos.

El test de difusión por CO permite estudiar el estado de la superficie de intercambio gaseoso pulmonar, también conocido como membrana alvéolo-capilar.

En este examen, el paciente tiene que inspirar una mezcla de gases que contienen oxígeno, helio y una cantidad ínfima de CO. Luego debe contener la respiración y espirar en un reservorio donde se analiza la concentración de CO exhalado. De este modo se evalúa la capacidad del pulmón para intercambiar gases.

Por lo general este procedimiento se solicita junto con una espirometría y una medición de los volúmenes pulmonares. Dura unos pocos minutos.

Éste es un examen de ejercicio cardiopulmonar de última generación que determina si la capacidad cardiaca, respiratoria y muscular es normal.

Mide variables en esfuerzo que otras pruebas sólo hacen en reposo, analizando índices como la capacidad de transporte y consumo de oxígeno en ejercicio.Es muy útil para verificar en forma objetiva si el entrenamiento realizado por un deportista o persona sana es efectivo, y si un enfermo pulmonar o cardiaco ha empeorado o controlado su condición.

Para realizar este examen es necesario que el paciente se realice con anterioridad una evaluación cardiovascular para determinar la intensidad del ejercicio al cual se le va a someter.

Este procedimiento consiste en realizar ejercicio en bicicleta ergométrica o en correa sin fin, el cual es monitoreado a través de electrodos de función cardiaca, pulmonar y de consumo de oxígeno.

El paciente debe presentarse con ropa adecuada para hacer ejercicio.

El examen dura aproximadamente una hora y es realizado bajo la supervisión directa del especialista.

Es un examen semejante a la espirometría, en el que se miden flujos en diferentes tiempos de la respiración, dibujándose una curva del ciclo respiratorio.

Con este método se puede determinar el nivel en el que se produce la obstrucción para el flujo de aire.

El paciente que utiliza inhaladores, debe abstenerse de usarlos el día del examen. El procedimiento dura entre 20 y 30 minutos, y normalmente se realiza en forma ambulatoria.

El test de marcha es un método sencillo que permite conocer la capacidad funcional de un paciente respiratorio o cardiaco.

Consiste en hacer caminar a la persona durante un periodo de seis minutos y luego medir la distancia recorrida y compararla con valores de referencia normales según edad y sexo.

Asimismo, se miden parámetros generales como el grado de dificultad respiratoria, la saturación de oxígeno y signos vitales antes y después del esfuerzo.Es una prueba muy sensible para cuantificar la capacidad física de un sujeto.

La facilidad de su realización permite repetirla a discreción, para comparar la capacidad funcional en los diferentes momentos de la evolución de su afección respiratoria o cardiaca.

El examen de gases arteriales, que se toma por medio de una punción arterial, permite medir la presión parcial de oxígeno (PaO2), el nivel de anhídrido carbónico (PaCO2) y el equilibrio ácido base del organismo. Tiene como finalidad determinar el grado de intercambio gaseoso pulmonar. Cuando los valores caen por debajo de ciertos niveles universalmente aceptados, se hace el diagnóstico de insuficiencia respiratoria.

Si bien puede hacerse una estimación del valor de PaO2 con el oxímetro de pulso, su determinación exacta es esencial en trastornos respiratorios avanzados como en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfisema pulmonar y fibrosis pulmonar.

La oximetría nocturna es un test muy utilizado en enfermedades respiratorias. Consiste en medir la saturación de oxígeno en la sangre durante toda la noche. Para esto se utiliza un instrumento llamado oxímetro de pulso, que tiene un pequeño sensor infrarrojo, el que se fija al dedo índice.

Éste puede detectar caídas de la saturación de oxígeno, que hagan sospechar algún trastorno de la ventilación durante el sueño y/o cuantificar los beneficios de un tratamiento con CPAP (ventilación mecánica con presión positiva) en personas con apnea de sueño o en pacientes respiratorios crónicos.

El examen es indoloro y se puede realizar tanto hospitalizado como en forma ambulatoria.

Mediante estas pruebas se determina el grado de reactividad bronquial de un sujeto, para diferenciar a las personas normales de los pacientes hiperreactivos.

Existen dos métodos de evaluación de la híperreactividad. Uno consiste en nebulizar en dosis crecientes un fármaco (metacolina), que permite inducir una obstrucción bronquial. Dependiendo de la concentración que provoque obstrucción, es posible catalogar el grado de hiperreactividad bronquial entre leve, moderada y severa.

La otra técnica utilizada es la provocación bronquial inducida por ejercicio en una trotadora, durante seis minutos, especialmente indicado en pacientes pediátricos. De esta manera se evalua su grado de obstrucción bronquial provocada por el ejecicio.

Ambos exámenes duran alrededor de una hora y se realizan bajo la supervisión de un médico.

La oscilometría de impulso es una técnica que mide la resistencia de la vía aérea valiéndose de un generador externo de presión que es trasmitido al árbol respiratorio, y de una fuente productora de flujo de aire constante. Las presiones aplicadas y los cambios de flujo de aire que resultan de esta manipulación son analizadas por el equipo.

Al realizar este examen la persona debe respirar tranquilamente, a volumen corriente, presionando levemente las mejillas con las manos para mejorar la conducción de las vibraciones.

Este examen es comparable a la espirometría, pero con algunas ventajas:

• No necesita de mucha colaboración por parte del paciente, por lo que se usa con recurrencia en pediatría.
• Es más sensible que la espirometría en detectar patrones de obstrucción bronquial.

Dura alrededor de 15 minutos y el único requisito para realizarlo es no haber utilizado broncodilatador antes del examen.

La espirometría evalúa la función ventilatoria. Para ello se mide el volumen de aire que el paciente es capaz de movilizar en una respiración forzada -inspiración y expiración-, en un tiempo determinado.

Al correlacionar estos volúmenes con el tiempo, es posible calcular los flujos espiratorios y determinar si existe alguna limitación en la ventilación pulmonar, ya sea por obstrucción de las vías aéreas o restricticción en las posibilidades de expandir los pulmones, o por una mezcla de ambas.

La espirometría es el test más utilizado en la práctica clínica respiratoria. Es fundamental en el estudio y diagnóstico de patologías obstructivas como el asma bronquial y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC); así como en enfermedades restrictivas que limitan la capacidad física de un paciente, como la fibrosis pulmonar y derrames pleurales, entre otros.

También es un examen de gran utilidad en el seguimiento de estas patologías, ya que permite evaluar la respuesta al tratamiento.

Asimismo, sirve para situaciones específicas, como determinar incapacidad laboral por causa respiratoria o ayudar a definir el riesgo quirúrgico de pacientes que se someterán a cirugías complejas y/o prolongadas.

Éste examen debiera hacércelo todo fumador para evaluar en forma prematura la repercusión del tabaquismo en la vía aérea, lo que lleva al desarrollo de enfermedades como la bronquitis crónica, enfisema y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

El paciente que utiliza inhaladores, debe abstenerse de usarlos el día del examen. El procedimiento dura entre 20 y 30 minutos y se hace normalmente en forma ambulatoria.