En ocasiones, los padres se alarman porque su hijo recién nacido tiene los pechos hinchados. Sin embargo, asegura la doctora Ana Rocha, endocrinóloga infantil de Clínica Alemana, esto se debe a que durante la gestación, los pequeños están expuestos a muchas hormonas, lo que puede causar afecciones temporales en los lactantes.
Los problemas hormonales fisiológicos más comunes en los recién nacidos son la telarquia fisiológica del lactante y la galactorrea neonatal.
La primera, hace referencia al abultamiento mamario que aparece al nacer. Puede persistir por varios meses y no tiene ningún significado patológico.
Es causada por la secreción de testosterona en niños y estradiol en niñas que se produce por la activación del eje hipotálamo- pituitario gonadal. La especialista explica que “esto se conoce como minipubertad y es un proceso fisiológico que aparece en ambos sexos, a los seis meses. La secreción de gonadotrofinas cae a niveles prepuberales”.
En tanto, la galactorrea neonatal se usa para describir una secreción temporal blanquecina (similar a la leche materna) de los pezones de un recién nacido. Esto se produce por la elevación de estrógenos maternos antes del nacimiento y, posteriormente, por la caída de las concentraciones de estrógenos y progesterona luego del nacimiento.
“Generalmente, esta manifestación tiende a desaparecer dentro de las dos primeras semanas de vida, tan pronto como los niveles de hormonas provenientes de la madre comiencen a descender. Solo en 2% de los infantes persiste hasta los dos meses”, explica la doctora Rocha.
La doctora Rocha explica que la incidencia de la galactorrea es de 5% en ambos sexos y solo aparece en bebés de término, en prematuros no se da. “No se recomienda apretar, masajear o intentar extraer estas secreciones de los recién nacidos por la alta incidencia de infecciones que puede provocar. Este procedimiento solo debe ser realizado por el pediatra.
“Es importante considerar que estas alteraciones hormonales no tienen consecuencias en el futuro y tampoco significa que le vaya a suceder a los demás hijos”, asegura la endocrinóloga infantil.