Si la
llegada del invierno implicaba reforzar las medidas para evitar la contaminación intradomiciliaria, hoy en tiempo
de cuarentena la tarea debe ser
más ardua.
Por lo general
nos preocupamos mucho de la contaminación ambiental, pero la que se genera al
interior de los hogares puede ser igual de nociva que aquella que se registra
en el exterior de una vivienda o de las oficinas. Con las bajas temperaturas
aumenta en la población el uso de aparatos para calefaccionarse, muchos hogares
no realizan una buena ventilación
y aparecen entonces contaminantes, que unido al confinamiento por
Covid-19, pudieran ser factores contraproducentes para la salud.
Debido al actual
escenario de pandemia, el Ministerio de Energía y Medio Ambiente entregó hace pocos días recomendaciones a la comunidad con el fin de evitar
la contaminación al interior del hogar. Al respecto, el seremi de Medio
Ambiente, Klaus Kosiel señaló que “debemos comprender que en
nuestros hogares la contaminación intradomiciliaria es tan perjudicial
para la salud como lo que se respira en el exterior”.
Cristina Pierry, broncopulmonar infantil de Clínica Alemana señala que durante esta pandemia, mientras estemos en cuarentena, es fundamental cuidar la contaminación del hogar. “Nos estamos acercando al invierno y con él la llegada de virus como la influenza, el sincicial, rinovirus, adenovirus, además del coronavirus. Si estos virus se encuentran con una vía aérea irritada, se exacerba la infección viral, por lo tanto, el paciente -tanto adulto como niño- puede desarrollar una infección respiratoria aguda todavía peor. Nosotros no tenemos mucho control sobre el medioambiente pero sí tenemos el control total de la contaminación del hogar”, dice.
Según la doctora Pierry los
principales contaminantes del hogar son el humo del tabaco y la calefacción por combustión interna. Para reducir la
contaminación del aire en el hogar, la mejor forma es el control de las
fuentes y la ventilación adecuada, además de las siguientes medidas:
Dentro de los contaminantes del hogar uno de los más
importantes es el humo del cigarrillo, señala la doctora Pierry, quien agrega
que "este es un irritante de las vías aéreas muy potente, por lo tanto, los niños
que se exponen al humo del tabaco tienen más exacerbaciones de asma,
infecciones de vías respiratorias bajas y de oído medio". Fumar afuera no es
suficiente para limitar el daño que provoca el humo del cigarrillo en los niños, ya que sus componentes tóxicos se pegan en la ropa, el cabello y manos.
Para evitar contaminarse debería:
“Otra cosa importante,
para ayudar a evitar las crisis de asma, es mantener a raya los ácaros del
polvo, manteniendo la casa lo más aseada posible, idealmente con aspiradoras
con filtro hepa; evitar el uso de alfombras y peluches; mantener las
superficies limpias sin restos de alimentos para que no lleguen cucarachas; y
evitar las filtraciones para así no tener otros contaminantes como los hongos o
el moho”, detalla Cristina Pierry.
Ricardo González, urgenciólogo de la
Urgencia General de Clínica Alemana
“Hay que tener cuidado con las intoxicaciones
por parafina. Para ello hay que tener una buena mantención de la calefacción
pues si no se podría generar una combustión incompleta que puede generar gases tóxicos,
que sin una buena ventilación pudiera provocar intoxicaciones”.