Si bien la temporada de enfermedades respiratorias aún no empieza, la contingencia por Coronavirus COVID-19 obliga a estar informado sobre las medidas que ayudan a prevenir la infección.
Un buen lavado de manos de manos ayuda a reducir de manera considerable la propagación de bacterias y gérmenes que pueden provocar infecciones. De hecho, se considera la medida protectora más importante para ello, reduciéndola en un 80%. Sin embargo, la clave para su efectividad está en practicarla de forma constante.
“Es una acción sencilla y barata. No se trata de ser obsesivos, pero sí de lavarse con frecuencia en especial si se está en contacto con personas resfriadas o tosiendo”, indica el doctor Sebastián Solar, infectólogo de Clínica Alemana.
En el marco de las formas de contagio que tiene el Coronavirus COVID-19, el lavado de manos es la principal medida de protección. Esto se debe a la capacidad de los virus contenidos en las gotas de secreción de una persona enferma de permanecer activos en superficies como mesas, escritorios o manillas de las puertas: “si éstas se tocan con la mano que luego se lleva a la nariz, se va a producir el contagio”, explica el doctor Sebastián Solar, infectólogo de Clínica Alemana.
Las mascarillas pueden ser una barrera útil para retener las gotas gruesas de un estornudo, aunque por un tiempo limitado no mayor a una hora. Eso sí, no evita partículas más pequeñas de la contaminación atmosférica, como es el caso del material particulado, ni detiene los virus.
Se recomienda tomar las siguientes medidas de higiene y lavado de manos:
Se recomienda siempre lavarse las manos cuando están visiblemente sucias y después de ir al baño. También, puede usarse un producto desinfectante para asearse.
1. Moja tus manos.
2. Aplica jabón.
3. Lávate las manos frotándolas enérgicamente.
4. Sécalas con toalla de papel.
5. Con toalla de papel cierra la llave.
6. Elimina la toalla en el basurero.