El asma es una enfermedad respiratoria que puede afectar considerablemente la calidad de vida de quienes la padecen. Por esto, se hace especialmente relevante aprender a controlarla y evitar que se desencadenen episodios.
De acuerdo con lo comentado por la doctora Cristina Pierry, broncopulmonar infantil de Clínica Alemana, entre los síntomas de una crisis asmática se encuentran:
Asimismo, la especialista explica que se trata de una enfermedad respiratoria crónica que afecta a 300 millones de personas en el mundo, en la que se produce una inflamación de los bronquios. Como consecuencia de ello, y en presencia de determinados factores desencadenantes, las vías respiratorias se estrechan dificultando el paso del aire hacia los pulmones, con lo que aparecen los síntomas.
Entre las causas y factores de riesgo del asma, la especialista asegura que se debe a una mezcla de factores genéticos y ambientales, entre los que destacan:
Para diagnosticar si una persona sufre de asma, se debe revisar su historial médico, antecedentes familiares y síntomas, ya que, “es en este relato donde se puede detectar antecedentes genéticos de asma, alergias u otra enfermedad pulmonar”. También es importante describir los síntomas detalladamente y con qué frecuencia ocurren, debido a que el diagnóstico de asma es principalmente clínico”, asegura la doctora Pierry.
Asimismo, es probable que también se soliciten exámenes tales como pruebas de función pulmonar o test de alergia s. En ocasiones se debe solicitar una radiografía de tórax para descartar algunas patologías que se pueden confundir con asma.
Los factores desencadenantes - también llamados gatillantes- de una crisis de asma, o síntomas de ella, son múltiples y diferentes en cada persona.
“Existen muchos tipos y los más comunes son las infecciones virales y las alergias, principalmente a los ácaros del polvo, pólenes de pastos, malezas y árboles, hongos, pelo de animales y cucarachas. También juegan
un rol los contaminantes del aire, y factores irritantes como la exposición al humo de tabaco, estufas a parafina, leña,
smog, aerosoles o gases químicos fuertes provenientes de pinturas o pegamentos”, comenta.
Asimismo, la actividad física y el estrés también pueden gatillar crisis de asma en un paciente mal controlado, aunque realizar actividad física es fundamental para el paciente asmático. Por eso, es importante reconocer cuales son los factores desencadenantes para cada paciente, y aprender a prevenirlos y controlarlos.
Algunos mitos y realidades reconocidos por la experta son:
El asma se “cura” o se mejora con el tiempo: mito. El asma no se quita, ya que es una enfermedad crónica. Sin embargo, se puede controlar muy bien con los medicamentos controladores de uso permanente.
Si tengo asma no puedo realizar deportes: mito. Las personas asmáticas pueden y deben realizar todo el deporte que quieran e incluso pueden ser deportistas de alto rendimiento si su asma está bien controlada.
Si tengo asma el coronavirus me va a dar más fuerte: mito. El coronavirus no da más grave a los niños que usan bien su tratamiento permanente, ya que no produce obstrucción bronquial.
Si tengo asma tendré mala calidad de vida: mito. Los pacientes asmáticos pueden tener una excelente calidad de vida si usan el tratamiento controlador indicado por su médico tratante.
El principal gatillante de las crisis de asma son los virus: realidad. Existen muchos gatillantes de las crisis asmáticas, sin embargo, los virus respiratorios son los principales gatillantes, especialmente el rinovirus.