Sida, sífilis, gonorrea, clamidia y virus papiloma humano (VPH) son solo algunas de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) más conocidas. Pese a que mucha gente las ha oído nombrar, es posible que no sepa muy bien en qué consisten y que actualmente siguen siendo una amenaza si no se toman las precauciones.
En este artículo te contamos más sobre cada una de ellas.
Las patologías venéreas son aquellas que se transmiten por vía genital, por lo tanto, afectan mayormente a la población sexualmente activa. Es importante considerar que, el riesgo de adquirirlas no está limitado al acto sexual con penetración, sino que pueden ser adquiridas también con contactos más superficiales, donde lesiones o secreciones de la persona infectada toman contacto con zonas susceptibles de la no infectada.
Cada vez que se diagnostica una enfermedad de transmisión sexual (ETS) se tiene que tratar de armar la cadena de contagio y contarles a los contactos sexuales la infección presente, para que se traten.
Es importante señalar que, la sexualidad debe vivirse como algo natural y sin miedo, pero tomando todas las precauciones para evitar consecuencias. ¡Eso es una sexualidad responsable!
1. VIH
Es una infección por virus de la inmunodeficiencia humana, denominado Sida, en estados avanzados de daño inmunológico o por la presencia de síntomas.
El VIH en pacientes infectados sin tratamiento se encuentra presente en diferentes fluidos, como la sangre, el semen, el líquido preseminal, los fluidos vaginales y la leche materna . Por eso, se transmite principalmente a través de relaciones sexuales anales o vaginales, contactos sexuales en los que haya intercambio de fluidos, por vía perinatal (de madre a hijo en la gestación, parto o lactancia) y por compartir jeringas u otros dispositivos infectados.
Se puede transmitir
la infección tanto desde portadores asintomáticos como desde personas con estados avanzados de la enfermedad. El tratamiento se realiza con terapias que utilizan 2 a 3 drogas combinadas, formando combinaciones de alta potencia
antiviral. Las personas en tratamiento efectivo y con cargas virales negativas (examen rutinario de personas en tratamiento) no transmiten el virus a sus parejas sexuales.
TelePrograma de profilaxis preexposición: te invitamos a conocer nuestro prorama preventivo a través de telemedicina para evitar la infección por el virus del VIH en personas que no están contagiadas.
2. Sífilis
Es una infección causada por una espiroqueta llamada Treponema pallidum. La infección se adquiere cuando una persona infectada pone una lesión en contacto con mucosas o piel dañada de su pareja o por transfusiones de sangre.
Se caracteriza por diversos estadios:
Si se deja sin tratamiento, tardíamente se pueden presentar problemas en los huesos, en el sistema nervioso central o en el corazón.
El tratamiento es con penicilina inyectable en diversos esquemas, según el estadio, existiendo otras drogas alternativas para casos especiales.
3. Gonorrea
Es la infección por la bacteria Neisseria gonorrhoeae. Se presenta en el hombre como uretritis (salida de líquido turbio por el pene) y en la mujer de distintas formas, desde estar asintomática, presentar inflamación del cuello del útero, cuadro de pelviperitonitis (fiebre baja y/o dolor en el área del ombligo hacia abajo).
Para esta infección existen distintas alternativas terapéuticas, siendo importante el manejo por especialistas, dada la creciente resistencia antibiótica que ha ido adquiriendo esta bacteria.
4. Chlamydia trachomatis
Es una infección frecuente, que puede transcurrir de manera asintomática . En las mujeres puede generar problemas de fertilidad o manifestarse como una uretritis, cervicitis o vulvovaginitis, las cuales a veces se asocian a un flujo genital anormal.
En el hombre se manifiesta por uretritis. También puede generar lesiones ulceradas en región anal o genital.
El tratamiento es efectivo y se usan medicamentos como derivados de tetraciclina o de la eritromicina. Vale mencionar que la eficacia de la terapia debe evaluarse con exámenes.
5. Virus Papiloma Humano (HPV)
Es una de las más frecuentes enfermedades de transmisión sexual, pudiendo no presentar síntomas o ser causante de las verrugas genitales. Su presencia se asocia con cáncer cervicouterino en mujeres y en los hombres con cáncer de pene y recto. También se relaciona con cáncer de la faringe o laringe.
El diagnóstico puede ser clínico, mediante un Papanicolau o por técnicas de biología molecular.
La vacunación incorporada en los programas nacionales es el mejor enfrentamiento para evitar el VPH. El tratamiento es con manejo local para mejorar inmunidad, con hidrógeno líquido, cirugía y eventualmente con vacunación para reforzar el sistema inmune.
Para prevenir las enfermedades de transmisión sexual, las medidas básicas están dadas por mantener prácticas de sexo seguro, estas van desde:
El uso de vacunas (Hepatitis B y Virus papiloma humano).
Uso de preservativo.
Pareja única y estable.
Chequeo personal y de pareja para enfermedades de transmisión sexual o abstinencia.
La sexualidad madura y responsable, o sea, tener relaciones bajo el concepto del amor y la fidelidad, ayuda a evitar este tipo de problemas.
Esta información es meramente informativa y no sustituye la opinión de un profesional de salud. Ante cualquier síntoma o molestia, te recomendamos consultar con tu médico. Además, ten en cuenta que, debido a la naturaleza cambiante de los temas tratados en este artículo, algunos conceptos pueden sufrir modificaciones desde la fecha original de la publicación.