Dejar atrás la fobia al envejecimiento es parte del cambio de paradigma. La clave es tener una vida activa desde la primera infancia hasta ser adulto mayor.
Se considera adulto mayor a las personas mayores de 65 años. En Chile, la esperanza de vida es de 83 años para las mujeres y 77 para los hombres. Si bien podemos considerar esta realidad como positiva, debemos promover una buena calidad de vida.
“Estamos viviendo una verdadera revolución demográfica, con poblaciones estables y con un aumento significativo de las personas mayores de 65 años, debido a un gran desarrollo de la medicina para el adecuado control de enfermedades y epidemias, mejor nutrición y control de factores de riesgo medioambientales”, explica el doctor Francisco Javier Ibarra, de Medicina Preventiva de Clínica Alemana.
“La medicina tiene un rol en el enfrentamiento del envejecimiento desde edad muy temprana, poniendo énfasis en la detección precoz de enfermedades y en la promoción de un estilo de vida saludable de todo ámbito: nutrición, actividad física, salud mental, entre otros”, agrega.
Al hablar de envejecimiento no nos referimos exclusivamente a adultos mayores. El envejecimiento es un proceso fisiológico determinado genéticamente e influenciado por estilos de vida y factores ambientales. Son procesos inevitables y van cambiando el equilibrio de funcionamiento de los diversos órganos durante toda la vida.
“Envejecemos desde que nacemos, desde que cada órgano llega a su madurez. Es un proceso vital progresivo e individual, y por ello se deben aplicar estrategias de salud individualizadas a la situación de cada persona para lograr un envejecimiento saludable desde la primera infancia”, dice el Dr. Francisco Javier Ibarra.
En ese sentido, es importante –enfatiza el especialista– tener en cuenta que “el estrés oxidativo induce daños en el DNA mitocondrial, así como mutaciones puntuales acumulativas que aceleran el proceso de envejecimiento”.
El proceso de envejecimiento tiene distintas formas de ser considerado y percibido. “En las culturas antiguas, los adultos mayores eran personas de alta jerarquía social, llenas de sabiduría, ética, e incluso divinidad, convirtiéndose en ejemplos a seguir para las otras generaciones”, ejemplifica el doctor. “Desde la sociedad hebrea hasta la griega, los adultos mayores perdieron protección y relevancia social (visión aristotélica), lo que contrastaba con la visión más positiva y constructiva de Platón y Sócrates, quienes fundaron las primeras aproximaciones racionales modernas sobre el envejecimiento”, explica.
Los humanos, desde tiempos inmemorables hasta la actualidad, han tenido especial interés en prolongar su vida. Ante el deseo de una longevidad saludable, tanto médicos como pacientes deben tener presente que vivir más no es lo mismo que vivir bien. La búsqueda del bienestar global debe ser un objetivo primordial en la atención y planificación de una vida lo más prolongada y sana posible.
Para envejecer de manera saludable, el Dr. Francisco Javier Ibarra, entrega las siguientes recomendaciones para tomar en cuenta a cualquier edad: