El prick test, también conocido como test cutáneo, es una prueba que ayuda a determinar si una persona tiene sensibilización a ciertas sustancias como:
Por ejemplo, una persona puede estar sensibilizado al polen, pero lo que realmente confirma si tiene alergia es si experimenta síntomas cuando se expone a ese alérgeno.
Se realiza el test cutáneo cuando se sospecha que el paciente podría tener una reacción alérgica inmediata. Esto podría manifestarse con síntomas como ronchas, hinchazón (angioedema) en párpados, labios u otras áreas, broncoespasmos (tos, opresión en el pecho, dificultad o sibilancias al respirar), anafilaxia, entre otros.
Lo más habitual es que:
En algunos casos se puede complementar con la prueba de IgE específica en sangre para ciertos alérgenos y/o estudios moleculares.
La prueba consiste en poner en el antebrazo, sobre piel sana, gotas de extractos de los alérgenos que se van a estudiar. Luego se hace un pequeño rasguño para que esa sustancia penetre en la piel. A los 15 minutos, se revisa si se formó una roncha o pápula. Dependiendo de su tamaño, se considera el resultado positivo o negativo.
Es un examen simple que se demora aproximadamente media hora y de muy bajo riesgo (puede hacerse a cualquier edad). Proporciona resultados rápidos y es bien tolerado incluso por niños.
La única preparación es pasar 7 días sin consumir antihistamínicos, tener la piel de los antebrazos sana y no estar descompensado en caso de enfermedades crónicas. No se necesita ayuno y se puede realizar a cualquier hora del día.