Desde la psicología, podemos explicar la felicidad como un estado emocional de bienestar subjetivo. No se considera un estado permanente de euforia, sino más bien, cuando experimentamos más sentimientos positivos que negativos.
Esta satisfacción, puede darse en distintas áreas de nuestra vida, como en las relaciones personales, en el trabajo, logros deportivos o creativos, entre otros.
Los factores que afectan cómo nos sentimos son variados. Van desde carencias ambientales, a relaciones disfuncionales, hasta incluso, trastornos del ánimo, como episodios depresivos y trastornos de ansiedad. Los cuales nos dificultan experimentar sentimientos positivos, incluso influyendo en que no vivamos el presente.
En una sociedad globalizada y demandante, donde existen constantes distracciones y exigencias, es frecuente que continuamente se esté pensando en el futuro.
En ocasiones, la ansiedad puede ser difícil de controlar, obstaculizando nuestra capacidad para vivir conscientemente el día a día. Nos vemos atrapados, preocupándonos por eventos futuros que aún no han ocurrido, y anticipando mentalmente situaciones adversas que percibimos como amenazantes.
Hablamos con Daniel Aguirre, psicólogo de nuestra clínica, para compartirte 4 consejos que ayudan a cambiar esta mentalidad y aprender a disfrutar del momento presente.
Persigue objetivos que te motiven, principalmente focalizados en tu crecimiento personal y en el de quienes te rodean.
Disfruta el momento. Practica la gratitud por las cosas que tienes y aprovecha el proceso, sea cual sea la actividad que estés desarrollando.
Replantea la negatividad. Si te sorprendes pensando de manera negativa, haz lo posible por salir de ese escenario imaginado y llévalo hacia una visión más positiva. Observa cómo surgen esos pensamientos y reconoce los patrones para poder transformarlos.
Actividad física, numerosos estudios han confirmado que el deporte ayuda a mejorar el humor e incluso a disminuir los síntomas ansiosos y depresivos.