Te contamos todo lo que debes saber.
El hígado es un órgano muy complejo y sensible a diferentes enfermedades. Se ubica en el cuadrante superior derecho del abdomen, pesa entre 1400 a 1800 gramos, representando el 2% de la superficie corporal en adultos, y cumple una amplia variedad de funciones vitales. Entre las más destacadas se encuentran:
- Función metabólica: procesa nutrientes y medicamentos, y almacena energía en forma de grasa y glucógeno.
- Función inmunitaria: contribuye en la defensa del organismo contra infecciones y enfermedades
- Función detoxificadora: purifica la sangre, eliminando toxinas y otras sustancias.
- Producción de bilis: ayuda en la digestión de varios alimentos y elimina algunas sustancias.
El hígado desempeña más de 150 funciones esenciales para el adecuado funcionamiento del cuerpo humano, lo que lo hace en un órgano esencial para mantener la salud y el bienestar general.
Enfermedades más frecuentes del hígado
En las últimas décadas, el hígado graso se ha convertido en la principal causa de enfermedades del hígado, afectando a casi un 30% de los adultos. Su avance en el tiempo puede ocasionar daño hepático progresivo y, eventualmente, producir cirrosis.
Entre las patologías hepáticas más frecuentes en Chile se encuentran:
- Nódulos hepáticos: pueden ser benignos, premalignos y malignos.
- Inflamación del hígado: producida por hepatitis virales, medicamentos o autoinmunidad.
- Cirrosis: se trata del daño hepático avanzado que puede presentar complicaciones muy graves. Anualmente causa 4 mil fallecimientos, y es la segunda causa de muerte en adultos entre 45 y 60 años.
Cada una de estas afecciones requiere un tratamiento específico, que permite lograr una mejoría o control, evitando su agravamiento y posibles consecuencias irreversible.
Algunas de estas condiciones pueden requerir medicamentos antivirales o inmunosupresores. Otras, en cambio, deben ser abordadas con cirugía o terapias ablativas. Además, en casos extremos, se puede optar por el trasplante de hígado.
Programa de trasplante hepático
En Chile, el trasplante de hígado generalmente se lleva a cabo utilizando el órgano de una persona fallecida y, solo en casos particulares, el de un donante vivo.
La evolución de este procedimiento en las últimas décadas ha permitido obtener excelentes resultados en términos de supervivencia del paciente y mejoras en su calidad de vida.
La duración de esta cirugía es de entre 5 y 8 horas. El cirujano reseca el hígado enfermo, lo extirpa y coloca el injerto obtenido de un donante. Luego, se realizan las uniones vasculares y biliares.
Cuidados posteriores
Después del procedimiento, el paciente es trasladado a una unidad de cuidados intensivos. Ahí recibe atención inicial durante los primeros 5 a 7 días.
En el caso de no presentar complicaciones relevantes, el trasplantado se traslada a unidades de menores cuidados. En un promedio de 8 a 15 días se le da de alta con indicaciones y medicamentos para evitar el rechazo del injerto.
Durante primeros meses, el paciente debe someterse a controles médicos frecuentes y realizarse exámenes. Estos se van distanciando en la medida en que se ajustan los medicamentos y la persona muestra una buena evolución.
Nuestro Departamento de Patología revisa las biopsias hepáticas para determinar la presencia de rechazo u otras complicaciones en el trasplantado. Además, existen diversos especialistas involucrados en el cuidado del paciente como hepatólogos, intensivistas, nefrólogos, infectólogos, broncopulmonares y cardiólogos.