Los médicos tratantes seguirán controlando al paciente y manejando su enfermedad de base, para mantenerlo lo más estable posible. Para ello, debes mantener controles médicos regulares.
Las ISAPRES y FONASA cubren la posibilidad de trasplante hepático frente a una enfermedad grave del hígado. Te sugerimos consultar con tu sistema de seguro médico y realizar las consultas pertinentes con nuestra Coordinadora de Trasplante. Nuestra clínica está reconocida como Centro de Trasplante y cuenta con varios convenios con ISAPRES y FONASA.
Si estás enfrentando una enfermedad hepática, es crucial que consultes con especialistas y explorares las opciones disponibles para ti.
Las enfermedades hepáticas pueden tener un impacto devastador en la calidad de vida de las personas, pero el trasplante de hígado ofrece una oportunidad real de mejora para aquellos que padecen enfermedades hepáticas graves. Si bien existen desafíos y riesgos asociados con el procedimiento, los avances médicos y los cuidados posteriores han mejorado significativamente los resultados. Si deseas conocer más sobre las enfermedades hepáticas y el trasplante de hígado, te invitamos a descubrir las respuestas a las preguntas más frecuentes en este artículo.
En adultos es la hepatitis crónica viral o autoinmune. Esta produce una destrucción progresiva de células hepáticas que lleva a la cirrosis en sus etapas más avanzadas. En algunos casos de hepatitis aguda se produce una brusca pérdida de la función hepática llamada hepatitis fulminante, que determina la necesidad de un trasplante de urgencia.
En niños, la enfermedad hepática más frecuente es la atresia biliar. En este caso los conductos biliares no se desarrollan adecuadamente y no logran drenar la bilis del hígado.
El trasplante hepático está indicado, fundamentalmente, en 4 grupos de enfermedades:
En términos generales, el trasplante de hígado se indica cuando la enfermedad hepática ofrece expectativas de vida inferiores a las del trasplante.
El trasplante hepático está contraindicado cuando:
De cualquier modo, para saber si en tu caso un trasplante es viable debes consultar a un especialista para que haga una valoración completa y decida si es posible o no.
La evaluación y manejo de los candidatos a trasplante es compleja, por lo que es llevada a cabo por numerosos médicos especialistas en el tema.
La valoración inicial parte con un hepatólogo que indaga en la historia general del paciente, realiza un completo chequeo físico, revisa exámenes previos de sangre e imágenes y solicita análisis complementarios para conocer en detalle la situación global del paciente. Habitualmente, se requiere de una gran cantidad de ellos que incluyen análisis de sangre e imágenes del hígado, corazón, pulmones, etc.
En caso de tener una enfermedad avanzada, el paciente es presentado en una reunión multidisciplinaria de trasplante hepático y se define en equipo su eventual puesta en la lista para trasplante.
3 meses luego del trasplante hepático pueden ocurrir complicaciones. Estas se presentan entre el 5% y 20% de los casos. Por lo mismo, en los primeros días se evalúa al paciente en unidades de hospitalización monitorizadas.
Estas incluyen:
Afortunadamente, la mayoría de estas complicaciones son manejables y responden a tratamiento. Por lo mismo, la sobrevida del paciente a 5 años supera el 80%.
A más largo plazo, pueden aparecer otras complicaciones derivadas del uso de medicamentos como:
El rechazo es una complicación importante después del trasplante hepático. Sin embargo, en la actualidad se dispone de potentes fármacos inmunosupresores que disminuyen la reacción inmune del organismo frente a un órgano extraño y, habitualmente, permiten tratar esta potencial complicación logrando excelentes resultados.
La inmunosupresión puede facilitar las infecciones o el desarrollo de tumores, y por ello siempre los especialistas están atentos a estas potenciales complicaciones.
Los medicamentos inmunosupresores más utilizados en la actualidad son: ciclosporina, tacrolimus, azatioprina, micofenolato mofetil y glucocorticoides.
Junto con los tratamientos farmacológicos, es importante tener una serie de cuidados en la dieta y llevar una vida activa que contemple ejercicio físico.
La mayoría de los pacientes vuelvan a hacer una vida normal en el plazo de 3 meses después de la operación, y no prevemos que haya complicaciones a largo plazo.
La lista de espera para trasplante hepático es administrada en forma independiente por el Instituto de Salud Pública (ISP), y ha ido aumentando progresivamente en los últimos años.
En Chile, en el caso de los pacientes con daño hepático crónico la priorización para recibir un trasplante se basa en la escala de MELD (Model for End-stage Liver Disease) que valora la gravedad de la enfermedad hepática, con un puntaje que va del 6 al 40, que es un caso extremadamente grave.
Asimismo, en otros pacientes se establece una prioridad por otras condiciones, como el cáncer hepático, de tal manera de asegurar su ingreso y avance en la lista de espera.
Los médicos tratantes seguirán controlando al paciente y manejando su enfermedad de base, para mantenerlo lo más estable posible. Para ello, debes mantener controles médicos regulares.
Las ISAPRES y FONASA cubren la posibilidad de trasplante hepático frente a una enfermedad grave del hígado. Te sugerimos consultar con tu sistema de seguro médico y realizar las consultas pertinentes con nuestra Coordinadora de Trasplante. Nuestra clínica está reconocida como Centro de Trasplante y cuenta con varios convenios con ISAPRES y FONASA.
Si estás enfrentando una enfermedad hepática, es crucial que consultes con especialistas y explorares las opciones disponibles para ti.