En el mundo de la salud mental hay términos y diagnósticos que pueden parecer intercambiables. Por lo anterior, es importante comprender las diferencias sutiles, pero fundamentales entre 2 condiciones aparentemente similares: la crisis de angustia y la crisis de pánico.
Estas experiencias pueden ser abrumadoras y debilitantes, pero un conocimiento sobre ellas puede ayudar a comprender e identificar lo que está pasando. Sin embargo, debes acudir a un especialista para un correcto diagnóstico y tratamiento.
También conocida como ataque de ansiedad, es un episodio breve, pero intenso de miedo o malestar, acompañado de una serie de síntomas físicos y cognitivos. A menudo, podrías experimentar una sensación abrumadora de peligro inminente o pérdida de control.
La crisis de pánico, por otro lado, es un tipo específico de trastorno de ansiedad que se caracteriza por su intensidad extrema y su aparición repentina. Puede ocurrir de forma aislada o repetirse de manera recurrente, llevando a un trastorno de pánico.
Estos episodios alcanzan su punto máximo en cuestión de minutos y pueden durar hasta media hora, con síntomas similares a los de la crisis de angustia, pero a menudo más aterradores.
Ahora que hemos definido ambas condiciones, vamos a explorar las diferencias claves que distinguen la crisis de angustia de la crisis de pánico:
En ocasiones quienes sufren de ataques de pánico llegan a urgencia pensando que es un paro cardiaco. Te recomendamos evaluar con un especialista la causa de esta crisis.
Si tú o alguien que conoces está lidiando con la sensación de angustia, ansiedad o preocupación excesiva y consideras que está interfiriendo en sus relaciones, trabajo u otras áreas, es fundamental que busque ayuda y apoyo. Te recomendamos nuestro servicio de telemedicina para que puedas acceder a los mejores profesionales desde tu casa. Reserva una hora.