Las sustancias inhibidoras de la voluntad no hacen efecto vía respiratoria o cutánea en un roce casual, pero sí al ingerirse en bebidas o alimentos.
Tusi es una sustancia sintética, cuyo consumo tiene graves riesgos, sobre todo, para la salud mental.
Los especialistas aconsejan fortalecer la capacidad de resiliencia de los adolescentes y establecer una comunicación efectiva desde la infancia.
La evidencia científica confirma el alto valor preventivo de esta costumbre contra una amplia gama de trastornos emocionales y físicos.
El trabajo desde un espacio de encuentro guiado por especialistas es una herramienta potente de respuesta a las necesidades de los jóvenes.
Existe evidencia científica de que esta sustancia afecta al cerebro en desarrollo, lo que puede provocar un deterioro cognitivo.
El efecto del alcohol no es el mismo con todos los medicamentos ni con las bebidas energéticas, y en ocasiones su interacción puede llegar a ser grave.
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