¿Qué es la artrosis?
Las superficies articulares de las falanges (huesos de los dedos) y metacarpianos (huesos de la palma de la mano) están recubiertas de un tejido muy suave, llamado cartílago articular, que permite un roce mínimo entre ellas. Este tejido no tiene vasos sanguíneos por lo que su nutrición y lubricación las hace el líquido sinovial, que es producido por la membrana sinovial. El desgaste prematuro del cartílago articular se denomina artrosis. Esta puede ser producto de un traumatismo, como fracturas que afectan las superficies articulares, o de origen desconocido, (idiopáticas). En estas últimas existe un componente hereditario y es frecuente que los pacientes señalen sus padres o abuelos han padecido algo similar.
¿Cuáles son los síntomas y a quiénes afecta?
El cuadro clínico se manifiesta por tres síntomas:
- Disminución de la movilidad de la articulación que en estados avanzados puede llegar a la rigidez.
- Deformidad articular, caracterizada por un aumento de volumen y deformación de la articulación.
- Dolor cuando se realiza movimiento de la zona.
La aparición de la enfermedad es entre los 40 a 50 años y es más frecuente en el sexo femenino. La evolución de los síntomas es progresiva, pero lenta y rara vez produce invalidez.
¿Cómo se estudia?
En general, las radiografías simples en dos planos son suficientes para hacer el diagnóstico y determinar el estado de avance de la enfermedad.
En la radiografía se puede observar si hay:
- Disminución del espacio articular.
- Proliferaciones óseas (osteofitos).
- Deformidad articular.
¿Hay algunas condiciones que se le asemejan y se puedan confundir?
Si bien sus cuadros clínicos son similares, hay que diferenciar la artrosis de mano de las artritis inflamatorias, que tienen un origen inmunológico y afectan primariamente a la membrana sinovial, como la artritis reumatoidea.
¿Cómo se trata la artrosis de mano?
Actualmente, la medicina no cuenta con un tratamiento que logre detener el avance de la enfermedad, ni menos su remisión.
Los tratamientos disponibles se pueden agrupar en médicos y quirúrgicos.
El tratamiento médico apunta a disminuir el dolor con analgésicos; disminuir la inflamación con antinflamatorios y mejorar la movilidad con fisioterapia y kinesiterapia. El uso de órtesis también pueden tener utilidad.
El tratamiento quirúrgico tiene como alternativas:
- Resección de proliferaciones óseas (osteofitos).
- Denervaciones: implica seccionar los nervios que conducen el dolor de la articulación.
- Artrodesis, que consiste en fijar la articulación, con lo que se corrige la deformidad y desaparece el dolor, pero se sacrifica la movilidad.
- El reemplazo protésico en los dedos no ha dado buenos resultados en la mano, como sí ocurre con otras articulaciones de caderas y rodillas.
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