¿Qué es una fractura de metacarpiano o falange?

Se define como fractura la perdida de la continuidad de la estructura ósea, producto de una fuerza externa (traumatismo) o del debilitamiento de la estructura a causa, por ejemplo, de un tumor (fractura en hueso patológico). Las fracturas de metacarpianos y falanges representan el 80% de las que suceden en los huesos de la mano. Pueden afectar al cuerpo del hueso (diáfisis) o a los extremos articulares (epífisis); pueden ser no desplazadas o desplazadas, cerradas o abiertas (expuesta); estables, es decir no se desplazan al realizar los movimientos normales de la mano o inestables que sí se desplazan con estos movimientos. El esqueleto de la mano está formado por 8 huesos del carpo (base de la mano), 5 metacarpianos (palma de la mano) y 14 falanges (dedos).

¿Son graves estas fracturas?

Muchas de ellas no. Sin embargo, las fracturas de metacarpianos y falanges pueden afectar muy significativamente la función de la mano. Esto, debido a angulaciones, rotaciones o rigideces articulares que se pueden presentar en la evolución por falta de tratamiento, inmovilización excesiva o tratamientos incorrectos.

¿Cómo sé que tengo una fractura?

Las fracturas de metacarpianos y falanges, en especial las no desplazadas o de rasgo incompleto, pueden dar signos y síntomas muy leves: como edema, equimosis (moretón) y dolor. Sin embargo, hay preservación de la función. Las fracturas desplazadas e inestables pueden presentar gran deformidad e impotencia funcional severa. Es importante consultar a un especialista ante la mínima sospecha.

¿Cómo se hace el diagnóstico?

Además del examen físico que realiza un especialista, el estudio se hace con radiografías en tres planos (AP oblicua y L), lo que permite establecer el tipo de fractura, su ubicación, grado de desplazamiento y cantidad de fragmentos involucrados. Ocasionalmente es necesario realizar una tomografía para precisar mejor el grado de desplazamiento de los fragmentos articulares y así tomar una mejor decisión de tratamiento.

¿Y cómo se tratan estas fracturas?

Las fracturas de metacarpianos y falanges, en especial las diafisarias sin desplazamiento y estables, pueden ser tratadas con métodos ortopédicos (sin cirugía) usando vendajes (Coban), férulas, órtesis o yeso. En las fracturas desplazadas, inestables o articulares es necesario realizar una intervención quirúrgica para su estabilización, lo que se realiza usando agujas (Kirchsner), tornillos o placas.

¿Cuándo se inicia la rehabilitación y el uso de la mano?

Las fracturas tratadas, tanto quirúrgica como no quirúrgicamente, requieren de compromiso importante del paciente, ya que se le indicarán ejercicios desde el inicio del tratamiento. Un número significativo de pacientes logran realizar una rehabilitación por ellos mismos con excelentes resultados. Los pacientes sometidos a cirugía, logran la estabilidad de la fractura con los métodos de osteosíntesis, y muchas veces requieren apoyo de rehabilitación kinésica precoz.

¿Qué resultados debo esperar?

Hay que tener en cuenta que una reducción anatómica (dejar los huesos en su ubicación exacta), una osteosíntesis adecuada y un control radiológico perfecto no garantizan una función completa y sin complicaciones. Pero en general, un buen tratamiento, ya sea ortopédico o quirúrgico, permite recuperar en forma muy satisfactoria la función. La gran mayoría de los pacientes logra volver a las mismas actividades previas a la fractura una vez que se logra la consolidación y la función adecuada de la mano.

¿Existen complicaciones frecuentes?

Las complicaciones mayores no son frecuentes. Sin embargo, estas fracturas no están exentas de ellas. En ocasiones existe una limitación parcial de la movilidad, dolor crónico, artrosis en las fracturas articulares, unión defectuosa, pseudoartrosis (no unión) e infecciones en los pacientes operados y, en especial, en las fracturas expuestas. Otra complicación que puede presentarse es el dolor regional complejo, patología de origen desconocido que produce edema, dolor y rigidez a veces más allá del segmento fracturado.