¿En qué consiste la cirugía cardiaca?
En general, las enfermedades cardiovasculares pueden tratarse modificando hábitos, con medicamentos, o con procedimientos invasivos o quirúrgicos. Después de discutir caso a caso cada patología en particular, se determina si es o no necesaria una cirugía cardiaca.
A continuación describiremos en que consiste este tipo de cirugía:
Toda cirugía cardiaca requiere de anestesia general, excepto raras situaciones. Es decir, el paciente “duerme” mientras dura la intervención. Durante este tiempo es necesario monitorizar, estrictamente.
Anestesia
Muchos parámetros para mantener al paciente vigilado y en óptimas condiciones mientras el cirujano realiza la operación. Una vez terminada, el paciente es llevado a la UTI Cardiovascular donde es “despertado” pocas horas más tarde. La anestesia cardiovascular es una subespecialidad dedicada exclusivamente a manejar pacientes cardiológicos y requiere un alto grado de entrenamiento.
Acceso al corazón
El corazón se encuentra en el medio del tórax. Hay varios accesos que permiten llegar a este para repararlo, como incisiones laterales (toracotomías) a distintas alturas y de distintos tamaños. Pero lejos, la más común es la esternotomia media, que es una incisión vertical justo en la línea media.
Circulación extracorpórea (CEC)
Todos sabemos que no se puede vivir si el corazón se detiene o se vacía. Lo que hace tan impresionante a la cirugía cardiaca es que la gran mayoría de las operaciones al corazón, requieren vaciarlo y detenerlo totalmente y, por lo tanto, la función de bombear sangre a todo el cuerpo deba ser reemplazada, momentáneamente, mientras dure la intervención.
Esto se realiza conectando una serie de cánulas y tubos que sacan la sangre del cuerpo y la llevan a un complejo sistema/máquina de circulación extracorpórea (CEC) que oxigena la sangre (reemplazando al pulmón), y la bombea de vuelta al cuerpo (reemplazando al corazón). Luego, es necesario detener al corazón para poder repararlo. Una vez realizada la operación, el cirujano realiza el proceso inverso, hace latir el corazón nuevamente y devuelve la sangre paulatinamente para que este reanude su función.