Guia Después de la cirugía
Qué pasa en pabellón y la primeras 24 horas
Lo habitual es que la operación dure entre cuatro y seis horas. Sin embargo, hay un paso previo que es la instalación de monitores de electrocardiograma y respiratorios, y vías venosas arteriales y urinarias. Además de la inducción de la anestesia, lavado de la piel, etc. Luego comienza la cirugía.
En esta etapa el paciente no siente dolor, puesto que todos los procedimientos que tienen punciones o sondas, se hacen bajo anestesia. Es decir sólo se “duerme” y despierta operado.
Durante la intervención se accede al corazón, se conecta la circulación extracorpórea o máquina de corazón-pulmón que detiene al corazón, y se realiza la cirugía correspondiente. Al término de esta, el paciente se mantiene en pabellón por, aproximadamente, una hora, con el objetivo de confirmar que se encuentre estable. También se dejan tubos de drenaje plásticos para extraer exudados de la zona operatoria y alambres para marcapaso transitorio si es que se necesitan.
Las primeras 24-48 horas, el paciente permanece en la UCI cardiológica (Unidad Coronaria), que en nuestro centro se ubica al lado del pabellón de cirugía cardiaca. Durante esta etapa el personal de enfermería gestiona sus cuidados.
Durante las primeras horas, el paciente se mantiene “dormido” o “anestesiado” con drogas intravenosas. Estas requieren el uso de un ventilador mecánico con un tubo endotraqueal transitorio. Después de un periodo muy variable (que puede ser de un par de horas a varias horas), se detienen los hipnóticos intravenosos y el paciente despierta, reasumiendo la capacidad de respirar. En ese momento, la enfermera y el médico residente retiran el tubo endotraqueal.
El periodo entre que el paciente despierta y se le retira el tubo endotraqueal, es probablemente el más molesto de todo el proceso, porque el paciente no puede hablar. Debe comunicarse por señas y puede tener reflejos molestos.
Hay una sesión de conversación previa con Enfermería, Kinesiología y Anestesia en la cual se explica todo esto. Si usted lo entiende bien, el proceso se hace más corto y satisfactorio.
El dolor postoperatorio existe, pero no es lo que más molesta, puesto que la esternotomia es una incisión que se repara en forma muy estable. Es decir, está muy fija, se moviliza muy poco. Duele menos que una toracotomía o las incisiones abdominales. Además, disponemos de muchos analgésicos y drogas para el manejo del dolor. Por lo tanto, este se puede manejar muy bien, aunque depende de la tolerancia de los pacientes.
Los días restantes son mucho más relajados. Durante las siguientes 24 a 48 horas se retiran los drenajes torácicos, cables de marcapaso, sonda urinaria etc. Esto se llama “desinvadir”.
Poco a poco se reinicia la alimentación oral con consumo de líquidos, y se evalúa la tolerancia a este.
El equipo de Kinesiología se encarga de reiniciar la actividad física: el paciente se sienta en un sillón durante periodos progresivos y, ese mismo día o el siguiente, comienza nuevamente a caminar. Además, practica ejercicios respiratorios.
Qué pasa los demás días
Si durante las primeras 48 horas el paciente no presenta complicaciones, es trasladado a una pieza, donde hay mayor comodidad y privacidad. En este periodo se activa el “piloto automático”. Esto significa que la mayor proporción del trabajo ya está hecho y lo que resta es adquirir cada día una mayor movilidad y auto valencia. Por esta razón, es muy importante el trabajo físico y respiratorio que en esta etapa es asistido por Kinesiología Cardiovascular.
En la pieza se continúa la monitorización por Telemetría, para lo que se utiliza un monitor de electrocardiograma continuo, que se trasmite en forma inalámbrica a una central en la Unidad Coronaria. Si hubiera alguna arritmia grave, el sistema computacional activa la alarma de inmediato y el equipo acude sin demora.
El alta para pacientes electivos es generalmente entre el quinto y séptimo día.