¿Cuándo consultar?
Una pareja
joven, ambos menores de 35 años, no necesita consultar hasta los 12 meses.
Después de esta edad, se recomienda consultar después de los 6 meses. Eso no
significa necesariamente hacer tratamiento, pero si es un momento adecuado para
hacer una conserjería.
También debe consultarse al año de intentos si existen antecedentes como menstruaciones irregulares o muy dolorosas, cirugías pélvicas, ovario poliquístico, infecciones peritoniales o endometriosis, en el caso de las mujeres; y criptorquidia, desarrollo puberal anormal, alguna enfermedad genética o exposición a quimioterapia, radioterapia o pesticidas, para los hombres.
Cuando se ha tenido dos o más pérdidas consecutivas dentro del primer trimestre de gestación, se recomienda acudir a un especialista en reproducción. Si se trata de una pérdida en el segundo trimestre, debe consultarse inmediatamente.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
El diagnóstico y los tratamientos de infertilidad involucran un periodo importante que varía según el caso, pero ante todo requieren de compromiso y predisposición de parte de la pareja, porque ciertos procedimientos son complejos y conllevan un fuerte impacto psicológico.
Aunque las técnicas han mejorado, no se puede dar una garantía de que se logrará el embarazo. El especialista en fertilidad realiza una historia y un examen clínico de la pareja para determinar si existen datos o hallazgos relacionados con la infertilidad. Los pasos a seguir para el diagnóstico y tratamiento dependerán de esta información.
En una pareja sin antecedentes, se inicia un esquema de pruebas diagnósticas:
Hombre
Se comienza con un espermiograma y separación espermática, que consiste en un examen que analiza los espermios para conocer el número de células normales, morfológicamente sanas y móviles.
Así se establece
una pirámide donde más de quince millones de espermatozoides representa un recuento normal y, probablemente, fertilidad. Niveles menores se califican desde casos leves (5 a 15 millones) hasta severos (menos de un millón).
Frente a un cuadro de infertilidad y recuentos bajos, se deben realizar otros exámenes, como ecografía testicular y perfil hormonal. Luego de las evaluaciones se planeará el tratamiento, que puede ir desde inseminaciones intrauterinas a ICSI (inyección intracitoplasmática de espermatozoides).
Mujer
Se comienza con un perfil hormonal (medición de hormona folículo estimulante y estradiol, hormona tiroidea, prolactina y otras). Dependiendo de los resultados se practica una ecografía para verificar la ovulación el desarrollo endometrial y el nivel de progesterona. Si se detecta alguna anormalidad, se realiza un seguimiento folicular con estimulación ovárica, es decir, se administran hormonas para que la paciente ovule y, mediante una monitorización, se establece el periodo de fertilidad para dirigir la actividad sexual.
De acuerdo al caso se decide el momento para practicar una histerosalpingografía, radiografía con contraste que sirve para examinar el estado de permeabilidad de las trompas de Falopio (el problema más habitual es que estén obstruidas).
En mujeres mayores de 35 años se recomienda evaluar la reserva de óvulos.
Terminada la fase diagnóstica, se planifica una terapia de fecundación asistida, inseminación intrauterina o fecundación in vitro, según el cuadro.
En el caso de que existan antecedentes, por ejemplo, de una inflamación pelviana o cirugía de apendicitis, el estudio diagnóstico parte por las pruebas endoscópicas.