Familias monoparentales: características, desafíos y diálogos con los hijos
22/05/2023
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Las familias monoparentales son una realidad cada vez más común dentro de la diversidad y complejidad de las estructuras familiares que se presentan en la actualidad. Conoce las sugerencias de Constanza Contreras, psicóloga de nuestra clínica, para llevar a cabo una crianza exitosa en estas dinámicas familiares.
¿Qué es una familia monoparental?
Una familia monoparental es una agrupación de niños o adolescentes dependiente de un solo adulto que cumple funciones parentales, responsable del cuidado y protección de la familia.
Existen los siguientes tipos de familias monoparentales:
- Formadas por viudos o viudas y sus hijos.
- Por separación o divorcio.
- Por hijos nacidos fuera del matrimonio.
- Por adopción.
También se pueden incluir 4 tipos de situaciones en las que pueden ser temporalmente monoparental, y pasar a ser permanente:
- En un contexto de migración.
- Por el trabajo de la pareja en localidades separadas y distanciadas.
- Ante largas hospitalizaciones.
- Por encarcelación de uno de los progenitores.
¿Qué consecuencias tiene?
Cuando la madre, el padre u otro cuidador no comparten la crianza con otro adulto, hay mayores cargas de responsabilidades, pudiendo tener repercusiones en áreas emocionales y/o psicosociales en el adulto, afectando la relación con sus hijos. Entre esas dificultades encontramos:
- Parentalizar a uno de los hijos: se le otorga al niño una tarea que excede sus capacidades físicas o emocionales, considerado un tipo de negligencia emocional. “Por lo general es el hijo mayor, quedando a cargo del cuidado de sus hermanos” comenta la especialista.
- Falta de comunicación: poco espacio para conversar con los hijos. Sucede que, por las múltiples responsabilidades que debe asumir el adulto protector, se pueden perder los espacios de interacción con los hijos, produciéndose dificultades de comunicación “Lo más importante no es la ausencia de uno de los padres, sino la buena relación entre el progenitor y sus hijos.” señala Constanza.
- Problemas de salud mental: al ser el único adulto que cuida y protege, sin compartir la crianza de los hijos, pueden haber sentimientos de soledad, trastorno de ansiedad, depresión.
- Invisibilizar a los hijos: Dada las dificultades por las que pasa el cuidador, puede que se concentre más en sus propias necesidades, lo que tiene como consecuencia invisibilizar las necesidades de los hijos.
Sugerencias para una buena convivencia familiar
Muchas de las familias monoparentales son capaces de vivir una vida normal, a pesar de las dificultades que pueden enfrentar en su día a día. La Psicóloga Contreras aconseja para mejorar tu relación familiar y aumentar tu calidad de vida:
- Buscar redes de apoyo: puede ser tu familia, amigos, comunidad o un profesional de la salud mental. Parte de una buena salud mental es tener redes de apoyo y tener conciencia de su importancia.
- Dedicar un espacio diario para conversar: pueden ser 5, 10 o 15 minutos. Haz preguntas tan simples en el dia a dia, como qué fue lo que mas les gustó del día, qué fue lo que menos les gusto. Esto ayuda a abrir el diálogo sobre lo que les está pasando a cada uno. Si se puede, un muy buen momento de compartir, es comer todo juntos.
- Compartir responsabilidades: trabajar en equipo, compartir funciones de acuerdo a la edad que tengan sus miembros, puede ayudar a reforzar la comunicación entre los hermanos.
- Ser una autoridad frente a tus hijos: es importante mantener una clara jerarquía. Promover el respeto a la figura protectora ayuda a poner límites, ser escuchado y validado.
- Tener espacios de entretención: es importante para gozar tu rol de adulto protector encontrar momentos de recreación con los hijos. “Pásala bien con ellos y que no sea solamente quedarse en el deber ser, también saber estar con ellos”.
Sin embargo, recuerda que cada familia es única y debes encontrar lo que funcione mejor para ustedes.
Si estás enfrentando una situación similar y necesitas ayuda puedes consultar con nuestro equipo de psicólogos desde donde estés a través del servicio de telemedicina.
