Procedimientos Diagnósticos

Para realizar este examen, se  posiciona un transductor suavemente sobre el cuello, lo que permite obtener imágenes de alta precisión para caracterizar los nódulos tiroideos.

Consiste en la obtención de diminutos fragmentos de nódulo mediante aspiración con aguja fina (la misma utilizada para la extracción de sangre para exámenes), los que posteriormente son estudiados bajo el microscopio por médicos expertos. Es de gran utilidad para precisar si el nódulo es benigno o maligno cuando la ecografía no es concluyente.

Es una ecografía especialmente realizada para examinar los ganglios linfáticos del cuello en todo paciente que será sometido a cirugía. Con este examen el cirujano puede planificar si es necesaria la resección de ganglios durante la intervención quirúgica.

Se realiza mediante la inyección de tecnecio radioactivo, el cual se concentra en el tiroides, y permite saber si un nódulo examinado produce en exceso hormonas tiroideas. Es solicitado solo ocasionalmente, cuando los exámenes de laboratorio sugieren esto. No se debe realizar en mujeres embarazadas.

Se realiza mediante la ingesta de una mínima cantidad de yodo radioactivo, midiendo el porcentaje del mismo que es retenido en el tiroides 24 horas después. Es un examen que se solicita para investigar la causa del hipertiroidismo.

Se realiza solo en pacientes con hiperparatiroidismo primario para detectar cuáles son las glándulas paratiroides que están aumentadas de tamaño y produciendo en exceso hormona paratiroidea.