¿Qué es el cáncer de tiroides?
El cáncer de tiroides es el crecimiento anormal y no controlado de las células tiroideas. En general, se presenta como nódulos dentro de esta glándula. Si bien la mayoría de los nódulos (95%) son benignos, es importante identificar el 5% de ellos que puede ser un cáncer.
¿Quiénes pueden presentar cáncer de tiroides?
El cáncer de tiroides se puede presentar a cualquier edad, aunque es más frecuente después de los 40 años. Se puede dar en ambos sexos, pero afecta más a mujeres. Tienen mayor riesgo de padecerlo las personas que han sido expuestas a radiación en el cuello en la niñez y aquellas con antecedentes familiares de cáncer de tiroides.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de tiroides?
La mayoría de las veces no existen síntomas asociados a la presencia del cáncer de tiroides. En general, se detecta como hallazgo incidental a la palpación de rutina del cuello en un examen físico médico o por auto palpación. También se puede pesquisar en un estudio de imagen (escáner, ecografía o resonancia nuclear magnética de cuello) solicitado por otro motivo.
Excepcionalmente produce síntomas, y en esos casos estos son:
- Ronquera persistente.
- Problemas para respirar.
- Dificultad para tragar.
- Tos persistente.
Si bien estos síntomas también pueden ser causados por condiciones que no sean cáncer de tiroides, si se presentan debe consultar al médico para que realice la evaluación pertinente.
¿Cómo se diagnostica un cáncer de tiroides?
Todo paciente con nódulo tiroideo es estudiado con exámenes de sangre y con una ecografía tiroidea. Si los hallazgos ecográficos no permiten con claridad confirmar que un nódulo es benigno, entonces se procede a realizar una biopsia por aspiración con aguja, la que consiste en la extracción mediante una aguja fina de una pequeña muestra de tejido del nódulo para ser examinada al microscopio por un patólogo. Es el examen de mayor precisión para el diagnóstico de cáncer de tiroides.
¿Cuáles son los tipos de cáncer de tiroides?
Cáncer papilar y folicular de tiroides
El cáncer papilar y folicular representan el 90%, siendo el primero el más frecuente (80-85%). Suelen ser de crecimiento muy lento y, en general, de buen pronóstico si se detectan de manera precoz. En este caso, lo que significa que las células cancerígenas se ven y comportan, en cierta medida, como células tiroideas foliculares normales (productoras de las hormonas T3 y T4), conservan la capacidad para captar yodo y son sensibles a la acción de la TSH (hormona hipofisiaria) en su crecimiento.
Cáncer medular de tiroides
El cáncer medular de tiroides representa aproximadamente el 5% de todos los cánceres tiroideos. Se desarrolla de otras células distintas a las que producen las hormonas tiroideas T3 y T4, por lo tanto, no tienen la capacidad de captar radioyodo ni tampoco son sensibles a las hormonas. Al igual que los otros tipos, el pronóstico es mejor mientras más precoz se detecta y trata. Hasta un 20% de los pacientes con este tipo de cáncer tienen familiares con cáncer medular de tiroides.
Carcinoma anaplástico
Es un tipo muy poco frecuente (2%) y se caracteriza por ser de muy rápido crecimiento. El pronóstico depende de lo rápido de la consulta ante la aparición de un nódulo tiroideo de rápido crecimiento.
¿Cómo se trata el cáncer de tiroides?
Dependerá del tipo de cáncer y la presencia o no de metástasis en los ganglios o a distancia.
Cirugía
En la mayoría de los casos el cirujano reseca toda la glándula tiroides. También puede extirpar los ganglios linfáticos del cuello según los hallazgos en la ecografía y, en la mayoría de los casos, en los pacientes con carcinoma medular.
Radioyodo
El yodo radioactivo (también llamado "radioyodo") se ingiere en forma de píldora o líquido y tiene una pequeña cantidad de radiación capaz de destruir las células tiroideas cancerígenas que pudieran quedar luego de la cirugía. Se utiliza solo en pacientes seleccionados con cáncer papilar o folicular.
Hormona tiroidea
Todo paciente operado por cáncer de tiroides debe recibir hormonas tiroideas después de la cirugía o del tratamiento con yodo radiactivo para toda la vida. En algunos pacientes con cáncer papilar o folicular, se da hormona tiroidea en cantidades levemente mayores a las habituales, de tal forma de mantener la TSH en niveles bajos y así disminuir la probabilidad de recurrencia de la enfermedad.
Radioterapia externa
La radioterapia convencional que proviene de una máquina ubicada fuera del cuerpo se utiliza de manera excepcional en el cáncer de tiroides.
Quimioterapia:
La quimioterapia se utiliza de manera excepcional en el cáncer de tiroides.
¿Qué ocurre después del tratamiento?
Los pacientes deben ser seguidos generalmente con exámenes de sangre de manera periódica (al menos 1 vez al año) y ecografía cervical.