Patologías más frecuentes
Obstrucciones
Las arterias pueden presentar obstrucciones ateroscleróticas producidas por aumento de colesterol, hábito de fumar, diabetes, entre otros. Estas obstrucciones producen síntomas dependiendo del territorio afectado, como por ejemplo el dolor de piernas al caminar.
El depósito de colesterol en las paredes arteriales, que llevan circulación al cerebro pueden dar síntomas de parálisis, pérdida de fuerza en las extremidades, dificultad para hablar transitorias. Si el compromiso es mayor se pueden producir infartos cerebrales o accidentes vasculares encefálicos con secuelas permanentes, como hemiplejias.
Las arterias renales también pueden ser comprometidas. Determinan en algunos casos la aparición de presión arterial alta de difícil control o pérdida de la función renal con atrofia del órgano.
La hipertensión arterial que aparece en jóvenes menores de 35 años o en personas mayores de 55 años puede deberse a una estrechez de las arterias de los riñones.
Aneurismas
Las arterias se pueden dilatar progresivamente, aumentando su diámetro y formando verdaderos sacos aneurismáticos que tienen un crecimiento progresivo pudiendo romperse, lo que conlleva una alta mortalidad.
Los aneurismas se desarrollan lentamente y no dan síntomas, por lo que es necesario detectarlos con exámenes preventivos, especialmente en personas con factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Enfermedades Venosas
Las más frecuentes son las várices de las piernas, las que en su inicio dan síntomas y molestias leves, pero pueden complicarse con trombosis o flebitis.
Además, existe la trombosis venosa o tromboflebitis que son causa de dolor e hinchazón (edema) de las piernas.
Por último, son causa frecuente de consulta las venitas de la piel de las piernas o arañitas vasculares.
Enfermedades Linfáticas
No es común que aparezcan espontáneamente, pero pueden presentarse luego de cirugía por tumores, radioterapia, infecciones de la piel como linfangitis o después de un grave traumatismo de una extremidad.
Pie Diabético
La diabetes mellitus en su evolución produce alteraciones en la sensibilidad de los pies y complicaciones vasculares.
El conjunto de éstas alteraciones conducen a lo que se conoce como "pie diabético" que provoca gran sufrimiento para la persona, prolongados tratamientos y en condiciones de mayor gravedad la amputación de algún segmento de las extremidades inferiores.
Si se mantiene un buen control metabólico y el tratamiento se efectúa a tiempo, el pronóstico mejora considerablemente.