Dialisis
Este procedimiento está destinado a reemplazar una de las funciones del riñón, que es limpiar la sangre de las impurezas que el metabolismo del cuerpo genera.
La diálisis se hace necesaria cuando existe una insuficiencia renal. Permite que las toxinas acumuladas en la sangre por la falla del riñón, sean eliminadas a través de una membrana artificial externa al cuerpo, como es el caso en la hemodiálisis, o una membrana del propio cuerpo, como en el peritoneo - peritoneodiálisis -. Además, el procedimiento permite que entren al cuerpo algunos componentes químicos que se consumen durante la falla renal.
El tratamiento consiste en hacer circular la sangre del enfermo cargada de impurezas en paralelo a un líquido limpio, separados por una membrana. Los traspasos de los compuestos químicos, de la sangre al líquido de diálisis y viceversa, se producen por diferencias en las concentraciones que permiten que la sangre recupere sus características originales.
Usando la misma membrana, pero aplicando diferencias de presión en los compartimentos, es posible extraer el exceso de líquido que se acumula en el cuerpo mediante un proceso conocido como ultrafiltración.
La diálisis puede ser usada por un período transitorio en presencia de una falla renal aguda o como tratamiento permanente cuando se produce una falla renal irreversible o insuficiencia renal crónica.
El procedimiento dura cuatro horas.