Cirugía de Epilepsia

Clínica Alemana cuenta con un Programa Avanzado de Cirugía de Epilepsia, orientado a aquellos pacientes en que es necesario evaluar la posibilidad de un tratamiento quirúrgico, ya que no se logra un control de las crisis utilizando fármacos antiepilépticos.

Si bien es indispensable una evaluación particular de cada caso, como principio general, la posibilidad de una cirugía debe considerarse después de haber probado dos fármacos antiepilépticos en dosis adecuadas.

La cirugía de epilepsia, que en muchos casos puede ser un tratamiento curativo, consiste en la extirpación del área del cerebro donde se originan las crisis epilépticas.

Desgraciadamente, la cirugía no es una opción terapéutica para todos los pacientes con epilepsia. Es una alternativa solo para casos seleccionados en que se logra reconocer con precisión el foco de origen de las crisis en el cerebro y siempre que esta área corresponda a una zona en la que no se encuentren funciones cerebrales relevantes, como el lenguaje o el control motor y que, por lo tanto, pueda ser extirpada sin riesgo de secuelas.

Para delimitar el área de origen de las crisis epilépticas, es necesario efectuar un estudio exhaustivo en varias etapas, utilizando las técnicas avanzadas previamente mencionadas, junto con evaluaciones neuropsicológicas y del área de la psiquiatría.

Con estos antecedentes se realizan una o más reuniones de evaluación prequirúrgica en las que participan todos los profesionales del Centro de Epilepsia, es decir, neurólogos de adultos, neuropediatras, neuropsicólogos, psiquiatras, neurocirujanos y neurorradiólogos, quienes se reúnen periódicamente para evaluar a los pacientes con epilepsias de difícil tratamiento y decidir si la cirugía podría ser una opción para cada caso en particular, ya que parte importante del éxito del procedimiento está basado en la adecuada selección de los pacientes.

En Clínica Alemana, esta intervención se realiza con muy buenos resultados en niños y adultos.

Testimonio

Maureen Valenzuela y su vida después de la cirugía de epilepsia.

Antes de la intervención podía tener hasta diez crisis en un día. Hoy, cuenta feliz que nunca más sufrió una desde que salió del pabellón.