Semana 11

Tu bebé tiene el tamaño de un higo (mide alrededor de 3 centímetros y pesa aproximadamente 4 gramos).  

Su aspecto es cada vez más humano y se pueden distinguir sus rasgos faciales, su piel es muy fina y transparente, y se pueden ver sus venas. Sus ojos están cerrados, pero ya tiene párpados. Sus orejas están casi en su posición definitiva y su nariz y su boca están bien definidas. Sus dientes ya se están formando en las encías y sus huesos empiezan a endurecerse. Sus manos y sus pies ya tienen todos los dedos, que pronto podrá abrir y cerrar. Sus brazos y sus piernas se alargan y se estiran. 

Su sistema nervioso se está desarrollando rápidamente y su cerebro empieza a enviar señales a los músculos. Su corazón late a unos 160 latidos por minuto. Sus riñones empiezan a producir orina, que expulsa al líquido amniótico.  

También empieza a tragar líquido amniótico, lo que le ayuda a ejercitar su sistema digestivo y a desarrollar el pulmón. El líquido amniótico contiene sustancias procedentes de la alimentación de la madre, por lo que el bebé puede empezar a familiarizarse con los sabores que luego encontrará en la leche materna. 

En esta semana, también se puede determinar el sexo de tu bebé mediante una ecografía pero solo con un 85 a 95% de certeza. Por lo que tendrás que esperar unas semanas más para confirmarlo (semana 20).