Semana 16

Tu bebé tiene el tamaño de un pomelo (mide alrededor de 11,5 centímetros y pesa aproximadamente 100 gramos). 

Su aspecto es cada vez más humano, y ya tiene formadas las cejas, las uñas y las huellas dactilares. Sus piernas son más largas que sus brazos, y sus articulaciones están bien definidas. Sus manos son muy ágiles y puede abrir y cerrar los dedos, agarrar sus pies o el cordón umbilical, e incluso chuparse el dedo. 

El bebé también empieza a moverse con más frecuencia y fuerza, aunque es posible que no lo percibas, sobre todo si eres primeriza. Algunas mujeres describen estos movimientos como un aleteo, un burbujeo o una sensación de culebrillas en el vientre.   

En esta semana, el bebé también desarrolla su sistema respiratorio y empieza a hacer ejercicios de respiración dentro del útero, aunque todavía no puede respirar por sí mismo. Su corazón late con fuerza y bombea unos 23 litros de sangre al día. Sus riñones también funcionan y filtran la sangre y eliminan los desechos a través del líquido amniótico. 

• Tu útero ha crecido mucho y ya se nota la panza, sobre todo si usas ropa ajustada. 
• Tus mamas también están más grandes y sensibles, y puede que les salga un poco de calostro, un líquido amarillento que es el precursor de la leche materna.
• Tu piel está más luminosa y tu cabello más brillante y abundante. Esto se debe al aumento del flujo sanguíneo y de las hormonas del embarazo. 
• También puede que te sienta más tranquila y feliz, ya que ha pasado el primer trimestre, que es el más crítico para el desarrollo del bebé. 
• Pueden aparecer algunas molestias típicas de este momento del embarazo como: 
  • Estreñimiento.  
  • Hemorroides.  
  • Calambres en las piernas.  
  • Várices. 
  • Dolores de espalda.  

¿Qué te recomendamos?  

Durante esta etapa: 

• Toma suplementos de ácido fólico, hierro y calcio si tu médico te los ha recetado.
• Evitar el consumo de alcohol, tabaco, drogas y medicamentos sin prescripción médica.
• Lleva una alimentación variada y rica en fibra, evitando los alimentos crudos o poco cocinados, los embutidos, los quesos blandos o los pescados con alto contenido en mercurio. 
• Bebe mucha agua.
• Haz ejercicio moderado. 
• Usa ropa cómoda y zapatos bajos. 
• Eleva las piernas cuando estés sentada o acostada. 
• Masajea las zonas doloridas.  
• Evita estar mucho tiempo de pie o sentada. 

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